¿Cuándo empezó lo que hoy llamamos la Feria de Tuluá? ¿Tú lo sabes? ¿El que está a tu lado? ¿Tu mamá?
La Feria en Enero
Resulta que le debemos las mejores rumbas de nuestras vidas a los vendedores y compradores de ganado de los años 1900. Antes de que las mujeres se hubieran ganado el derecho al sufragio, los comerciantes ya se reunían los fines de semana en el coso municipal, ubicado en la carrera 22 con calle 30 de Tuluá. ¿A qué? A comparar y comprar bovinos y ponerles herraduras a los caballos. Los herradores y veterinarios se unían a esta congregación para ofrecer sus servicios.
Poco a poco fue aumentando la cantidad de comerciantes que se reunían. Más que vacas y caballos, algunos llegaron con cerdos, aves, etc.
En enero de 1945, la Feria Exposición Pecuaria de Tuluá se hizo noticia nacional. Algo más oficial, ¿no? Recibió grandes elogios en la revista “La Parcela”, y su éxito inspiró e impulsó aún más ferias ganaderas.
¿Quién era Manuel Victoria Rojas?
Concejal, diputado y representante a la Cámara. Escritor, delegado internacional y gobernador rotario del Distrito No. 40. Ni la madre de los dragones le hubiera podido negar su legado.
A Manuel Victoria Rojas le debemos, además del Coliseo de Ferias, el Gimnasio del Pacífico y el puente General Santander.
Mejor dicho, el hombre tenía una visión de progreso para Tuluá que no se quedó en palabras, y es digno de que el Coliseo de Ferias lleve su nombre.
¿Cuándo se volvió lo que es hoy?
Año tras año, se le permitieron adiciones a la feria. La primera exposición canina se realizó en 1967, luego llegaron los artesanos en 1970. Las plantas ornamentales tuvieron presencia en 1980, y los espectáculos artísticos en 1998.
La Feria de Tuluá sigue creciendo al ritmo en que los tulueños siguen progresando, y lo seguirá haciendo.
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